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Claves para cumplir tus propósitos de año nuevo

propósitos de año nuevo

Estamos ante un nuevo año y lo acostumbrado es plantearnos los famosos propósitos, hacer un análisis del año anterior, saber aquellos que de plano no cumplimos, con los que nos quedamos a medias y sumar los nuevos.

Y es que podemos plantearnos una serie de cosas que queremos cambiar, mejorar y aprender pero la realidad es que conforme pasa el tiempo los vamos dejando de lado, ¿Cuál será entonces la clave para poder cumplirlos? Leyendo una de mis revistas favoritas: "Muy interesante", me encontré con un escrito muy práctico, ya que está compuesto de una serie de pasos a seguir para que esos propósitos se vuelvan realidades, antes es importante mencionar dos aspectos esenciales:

- Dale una gran importancia a tu cerebro: cuanto más tiempo dediquemos a reflexionar e incluso a anotar nuestros objetivos, más involucrado estará el cerebro en el proceso. Básicamente, estás reclutando la ayuda de tu cerebro y, afortunadamente para ti, tu cerebro es tu aliado más fuerte en la consecución de esos objetivos.

- No confíes en la fuerza de voluntad, no es la forma de enfocar este proceso, pues la fuerza de voluntad surge de una parte del cerebro, la corteza prefrontal, que se sobrecarga y agota fácilmente. Lo que funciona mucho mejor, dicen los expertos, es entrenar otras partes del cerebro responsables de vincular las emociones positivas a los nuevos hábitos y acondicionarse a nuevos comportamientos.

Aquí vamos, toma nota:

1.- Escribe los propósitos en papel

escribe tus propósitos en un papel

No importa que estemos en la era digital, no tenemos por qué abandonar el soporte físico. Coge una libreta o un papel y dibuja dos columnas: en la columna de la izquierda escribe los pensamientos negativos sobre ti que sueles tener presentes (ej: no soy capaz de hacer deporte nunca). Luego, en la columna de la derecha, escribe su opuesto: una declaración positiva (ej: soy capaz de hacer deporte 3 veces a la semana). Una vez que hayas terminado, lee la lista de los pensamientos y propósitos positivos.

Gasta tu energía enfocándote en lo positivo. Tu vida puede cambiar si así lo deseas. De hecho, un estudio demostró que el simple hecho de poner por escrito tus objetivos aumenta la probabilidad de lograrlos en un 42%.

2.- Hazte consciente de los pensamientos negativos

Cuando un pensamiento negativo entra en tu mente, intenta verte a ti mism@ poniéndolo a un lado y no dándole ninguna importancia. Esa energía para hacer funcionar y continuar ese remolino de pensamientos negativos es mucha, así que lo ideal es apartar los pensamientos contraproducentes y todo irá mejor.

3.- Invierte tu energía en aquellas cosas que puedes controlar

Tienes que tener muy presente que no puedes controlar a otras personas o lo que sucedió en el pasado. Pero si puedes controlar tus reacciones ante las personas y puedes controlar lo que haces en el momento presente. Permítete el espacio para crear posibilidades para el futuro centrándote en lo que puedes hacer en el aquí y el ahora.

4.- Haz un horario semanal

haz un horario semanal

Una vez que haz escrito tus propósitos de Año Nuevo, lo siguiente es crear un horario semanal. Intenta que las actividades diarias se conviertan en una rutina la cual se encargará de hacer el trabajo pesado por ti. Para ayudarte a que te resulte más fácil, haz copias de este horario semanal y colócalas en las áreas de la casa por las que pasas muy a menudo, así no se te olvidará lo que te has propuesto llevar a cabo.

5.- Comparte tus objetivos con la familia

La idea de cumplir nuestros propósitos en solitario a veces puede desanimarnos, lo que te puede ayudar es programar una reunión familiar semanal o mensual. Ese horario que hiciste, compártelo con tu círculo más cercano y ten una conversación acerca de tus expectativas. Estos es para dos objetivos: primero para compartir la experiencia de tus propósitos y como aferrarte a los mismos y segundo el apoyo de tu familia en la medida de lo posible.

6.- Construye tu meta con tus éxitos

Sin importar cuán pequeños sean tus éxitos, a partir de ellos crea la base con pequeños incrementos de cambio y disfruta de ese proceso y progreso.

7.- Diario de recompensas

Entre tu listado de objetivos, puedes crear una tercer tabla que se referirá a aquellos semanales o mensuales con recompensas o gratificaciones por haber llegado al siguiente pequeño objetivo. Esa recompensa es muy gratificante porque son cosas que te gustan, pero siempre sin perder de vista la meta final.

Muchas veces creemos que sólo los grandes objetivos merecen recompensa pero sentirse orgulloso de los pequeños pasos (y otorgarles un pequeño premio) nos llevará a conseguir lo que buscábamos con más tranquilidad y menos presión. Además, nos aportará una motivación extra.

8.- El entorno es importante

rodéate de gente prositiva

Tu entorno te afecta y puede influenciarte de forma positiva o negativa. La familia y los amigos nos ayudan a dar forma a los valores y las conductas, así que es aconsejable rodearse de personas positivas que puedan darnos un empujón, no arrastrarnos hacia abajo.

9.- No pierdas de vista el cuidarte

Debes convertirte a ti mismo en una prioridad, para poder trabajar a un nivel óptimo en todas las áreas de la vida. Ya sabes dormir al menos 7-8 horas cada noche, comer saludablemente y hacer ejercicio. Si no sigues estos aspectos será más complicado que puedas cargar con todo el peso del día a día más tus objetivos, sin desfallecer.

10.- Aprende a decir "no"

No se refiere a aquella palabra que puede implicar algo negativo. Al contrario, debemos aprender a decir "no" a todas aquellas solicitudes de los demás que nos restarán tiempo, espacio y energía que necesitaremos para cuidarnos mejor y evitar el agotamiento.

Es necesario agregarle estos puntos

11.- No desesperar ante el fallo

Cuando algo no vaya según lo planeado o cometamos un error, no desesperes. Ante una caída, levántate, sacúdete el polvo y vuelve a intentarlo.. Sigue adelante y no te castigues por un error, al contrario aprende de los errores, avanza.

12.- ¿Cuántas metas me pongo?

Enfocarte en cumplir varias metas al mismo tiempo puede frustarte, agotarte y abandonar, lo más sensato sería ir de una en una. Establece un orden de prioridades y arranca con el primer propósito. Acuérdate que tus posibilidades de éxito son mayores cuando canalizas la energía en cambiar solo un aspecto de tu comportamiento.

13.- Comienza con tus buenos propósitos cuanto antes

comienza cuanto antes

No esperes a que entre el nuevo año, desde ya, lánzate con el primer propósito de tu lista, pero antes tómate unos días de reflexión para empezar y piensa concretamente qué es lo que quieres lograr. Da igual la época del año en que leas esto, puedes empezar cuando creas que estás preparado y tienes claro lo que quieres conseguir.

14.- Propósitos a la medida

Los objetivos comunes no significa que se ajusten a ti. Encuentra tus propias metas y persíguelas. ¿Qué quieres realmente?

15.- Sobre la fuerza de voluntad

Al principio de este contenido hablábamos sobre restarle importancia a la fuerza de voluntad, la clave está en probar nuevos enfoques, un ejercicio que según los expertos te puede ayudar es tener un organizador en el que puedas planear muchas semanas con anticipación, y poner dicho calendario de tareas con fechas límite en un lugar visible. Recuerda que no se trata de una carrera de velocidad, sino de constancia, de fondo, de una maratón.

16.- Los riesgos de los propósitos demasiado exigentes

Dimensiona el tamaño de cada propósito. Tendemos a elegir objetivos elevados al hacer nuestra lista anual: perder 30 kilos, encontrar a la pareja de tus sueños a los pocos meses de comenzar el año... Son grandes desafíos que requieren de tiempo y no precisamente el que tengamos en la cabeza.

17.- Los pequeños pasos funcionan

Si mantenemos nuestros sueños y metas complejas y además nos esforzamos por hacer que los pasos diarios hacia ellos sean lo más pequeño posible, nuestras posibilidades de éxito serán mucho mayores. Los pequeños pasos no funcionan más rápido que los saltos de gigante, pero funcionan. Cuando eliges comenzar con pequeños pasos, pasos que no requieren meses o años de fuerza de voluntad y disciplina, construyes hábitos que se mantienen en el tiempo y muchos de ellos para toda la vida.

Fuente:

Muy interesante.

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