El crecimiento poblacional, así como el aumento de productos fácilmente desechables, ha elevado los niveles de contaminación plástica en todo el mundo, provocando una crisis ambiental. Es por ello, que, tanto científicos, como los medios de comunicación, se han enfocado en crear consciencia, promoviendo hábitos diarios que reduzcan el consumo de este material contaminante. Desde tu hogar tú puedes hacer la diferencia, con estos sencillos tips.
¿Por qué el plástico contamina?
Aunque el plástico es un material increíblemente útil y versátil, está hecho de compuestos tóxicos que se sabe son causantes de algunas enfermedades. Además, presenta una lenta descomposición (500 años), y no es reciclable ni biodegradable. Es decir, ni la tierra ni el mar son capaces de digerirlo. Por lo tanto, se va acumulando en el medio ambiente. Tal acumulación ha dañado significativamente el aire, el agua y la tierra, aniquilando los ecosistemas, la vida de las plantas y la fauna local. Tan sólo, anualmente, más de 35 millones de toneladas de desechos de plástico son producidos en todo el planeta y aproximadamente un 25% de esa cantidad termina en el mar, en forma de bolsas del súper, botellas de refresco y de agua, medicinas, etc. (Excelsior). De hecho, se calcula que para el año 2050, habrá más plástico que peces en el océano. Con base en lo anterior, resulta urgente un cambio de hábitos universal, tanto en las industrias como a nivel personal. Algunas medidas sencillas recomendadas para reducir el consumo de plástico son:
1. Lleva tu propia bolsa al supermercadoAdemás de ser reutilizables, son más resistentes y muchas de ellas son biodegradables. Pueden reemplazar en su capacidad 4 bolsas de plástico comunes y pueden durar hasta dos años, lo que equivale a 600 bolsas de plástico. Incluso, algunos países han prohibido el uso de las bolsas convencionales, mientras que otros imponen multas costosas por utilizarlas.
2. Cambia las botellas por un termoEl agua embotellada, los refrescos y los vasos de café generan toneladas de desechos; y la reutilización de las botellas de plástico pone en riesgo nuestra salud. La mejor opción son las botellas o termos de vidrio, muy parecidos a los de plástico; y en caso de no encontrar en este material, otra opción son los termos y botellas de acero inoxidable, que son mucho más accesibles.
3. Prepara tus propios jugos y bebidasEn conjunto con el punto anterior, para reducir el consumo de botellas de plástico, opta por preparar en casa tus jugos, aguas de sabor o incluso refrescos o sodas. De esta manera, ahorras energía, dinero y es mucho más saludable.
4. Adiós a los popotesRecientemente se ha hecho hincapié en abandonar el consumo de los popotes o pajitas, ya que muchos de ellos terminan en rellenos sanitarios y muchos otros son arrastrados a los ríos y mares. Y si somos sinceros, el uso de popote no es indispensable ni necesario, a menos que se tenga algún problema de motricidad, Al ordenar tus bebidas, pídelas sin popote o bien, adquiere popotes de acero inoxidable para poder reutilizarlos.
5. Olvídate de los utensilios desechablesLos productos desechables, como los platos, vasos y cubiertos son uno de los mayores focos de contaminación para el medio ambiente, pues una vez utilizados, se van destruyendo en pequeños trozos y de nuevo llegan a parar al mar. Si te resulta inevitable utilizarlos, especialmente en festividades, existen en el mercado alternativas menos contaminantes, como desechables hechos a base de fécula de papa, maíz o caña.
6. Lleva tu propio recipiente reutilizableUtiliza tus propios "tuppers" para transportar tu comida al trabajo o a la escuela. De igual forma, si acostumbras a comprar comida, en lugar de empaquetarla en envases de unicel o plástico, pide que te la coloquen en tus recipientes. Por otra parte, busca envases o "tuppers" que sean de materiales biodegradables, de cristal, acero, silicona, bambú, etc.
7. Compra productos empaquetados en cartón o vidrioLas envolturas plásticas producen muchísima basura, pues una vez abierto el producto se desechan y se acumulan en las calles, parques, carreteras, desiertos, bosques, ríos, playas, etc. En su lugar y en lo posible, adquiere tus productos básicos envueltos o empaquetados en materiales más amigables como el vidrio o cartón. Finalmente, hay que recordar que, aunque estas acciones pudieran parecer insuficientes para la escala del problema, cada aporte es valioso. Además, puedes inculcar estos hábitos a la gente cercana a ti y ser más personas enfocadas en el cuidado de nuestro planeta. Autor: Alejandra Núñez. L.C.C. Fuentes: |