Compártenos
 Luego de su debut Alejandro recibió una invitación para grabar su primera producción como solista. Oficialmente se lanza como artista el 30 de marzo de 1991 con su primer disco titulado "Alejandro Fernández", bajo el sello Sony Music; de esta producción se desprendieron grandes éxitos como "Necesito olvidarla", "Brumas" y "Equivocadamente". Para promocionar el disco Alejandro realiza una gira donde recorre el territorio mexicano y algunas ciudades de Estados Unidos con una excelente respuesta. Después de su disco debut, Alejandro decide dejar de lado la arquitectura de manera definitiva para enfocarse de lleno en la música. En 1993 realizó con Vicente Fernández un concierto en el Palacio de los Deportes, seguida de una célebre temporada en el Teatro Blanquita de la Ciudad de México.
En ese mismo año comienza con la grabación de lo que sería su segundo material discográfico "Piel de Niña". Un disco lleno de romanticismo. La producción fue dirigida por Pedro Ramírez y se colocó rápidamente entre el gusto del público. De este material se desprenden exitosos temas como "Piel de niña", "Acabé por llorar", "A la vera del camino" y "Cascos ligeros"".
En 1994 presenta un excelente trabajo discográfico al que le da el nombre de "Grandes Éxitos a la Manera de Alejandro Fernández", donde interpreta piezas de grandes compositores como Armando Manzanero, Luis Demetrio y José Antonio Méndez. Para 1995 Alejandro ya gozaba de gran aceptación entre el público, su música estaba en la estaciones de radio que trasmitían tanto música ranchera como pop. Para ese tiempo la interpretación de un nuevo tema: "Como quien pierde una estrella" lo convierte en el cantante sensación no sólo de su país sino de Hispanoamérica.
"Como quien pierde una estrella" es un tema que se desprende de su tercer disco ""Qué seas muy Feliz" y con el que conquistó a los jóvenes mexicanos, quienes redescubrieron a través de Alejandro una interpretación dulce y al mismo tiempo intensa de la música mexicana. Fuentes: |
Alejandro Fernández, niñez y juventud | Alejandro Fernández, de la música ranchera al pop
